Seguiremos esperando el gran truco

A Valdivia el apodo de “mago” le calza perfecto, no sólo por su capacidad futbolística, sino que también por la facilidad que tiene para generar espejismos en torno a su rendimiento en la selección de Chile.

Por tercera vez tuvo un “debut” en la Roja, lo que nuevamente fue alabado por todos gracias a un rendimiento objetivamente superior, pero ¿Le alcanza para ahora sí le va a alcanzar para los momentos realmente importantes?

Copa América, Eliminatorias y Copa del Mundo han estado siempre a la espera de ver un jugador relevante en la competencia global, no el jugador que juega un tiempo increíble de vez en cuando, sino que le jugador que es capaz de guiar un equipo y ser un estandarte relevante, no sólo una ilusión que después se vuelve una odiosa y cuestionada carencia, tal como fue en Brasil 2014.

Su nueva vuelta es la oportunidad que por décima vez tiene Valdivia, la oportunidad de demostrar que no basta con “sentirse importante en la selección” y que se puede estar ante un jugador que “hizo algo importante con la selección”.