Markando diferencias

Católica goleó 5-1 a Cobreloa en San Carlos en el, qué duda cabe, mejor partido en lo que va de la era Falcioni. La UC, con González y Cordero como punteros y Llanos como centrodelantero, dejó claro que lo de Santa Laura fue un desliz, una actuación falsa.

Atrás, la ya consolidada dupla de centrales Pulgar-Cahaís demostró experiencia y capacidad de respuesta a la hora de verse apremiados. Costanzo volvió a ser prenda de garantía, Álvarez y Parot correctos en defensa y ataque y Tomás Costa estuvo movedizo y participativo, apoyado en el buen trabajo de Claudio Sepúlveda.

El punto más bajo, a mi juicio por lo menos, fue Darío Bottinelli. El Pollo sigue atrapándose con los rivales, con el árbitro y con todo lo que se le cruce por delante. Tal vez esa ofuscación se deba a que aún no logra cuajar una jornada redonda como la que tuvo Mark González, pero sus pergaminos y capacidades lo llaman a ser uno de los aportes, una pieza fundamental para el esquema y eso aún no se ve.

Con seis puntos en tres partidos -aún sin empatar- la UC sigue pendiente de los de arriba (la U de Lasarte mantiene la canasta limpia) y está por verse cómo le irá a Colo-Colo sin Fuenzalida. El asunto es que el partido ante los loínos sirvió para demostrar que Llanos es la carta para quedarse con la titular (trabajo para Óbolo, muchas gracias por todo Ramiro Costa) y también para dejar claro que este equipo, en San Carlos por lo menos, puede soltarse y es capaz de desarrollar una faceta ofensiva que más allá de los rótulos y de los prejuicios, Falcioni también puede ejecutar.

Ñublense de visita será la próxima parada. Antes, revancha contra Iberia por Copa Chile, partidos que en el papel se ven abordables. Si se juega como ante Cobreloa, así debería ser.