Argentina: A la espera desde 1993
Una selección plagada de estrellas que torneo tras torneo desde Ecuador 1993 ha buscado un título. Llegan a Chile con el mejor jugador del mundo, con una final de Mundial a cuestas y con un nuevo DT capaz de sacar lo mejor de Bielsa, lo mejor de Messi, y por sobretodo, lo mejor de “un equipo”, algo que hace mucho no se ve en la albiceleste: un equipo.
Después de que Ruggeri levantó la copa han pasado 7 torneos continentales y Argentina sigue pensando en ser el equipo campeón, y para colmo ha visto cómo sus principales rivales se han consagrado, Brasil 4 veces y Uruguay 2, y peor aún, han perdido dos finales consecutivas contra la verde-amarelha.
“Tata” Martino entregó su nómina y en cada línea sacó lo mejor de lo mejor, sin guardarse nada.
Arqueros: Sergio Romero (Sampdoria, Italia), Nahuel Guzmán (Tigres, México) y Mariano Andújar (Napoli, Italia).
Seguro Romero volverá a ser titular, pero ojo, los dos que están atrás han tenido unos torneos espectaculares y son prenda de garantía en caso de lesión.
Defensores: Pablo Zabaleta (Manchester City, Inglaterra), Facundo Roncaglia (Genoa, Italia), Ezequiel Garay (Zenit, Rusia), Martín Demichelis (Manchester City, Inglaterra), Nicolás Otamendi (Valencia, España), Marcos Rojo (Manchester United, Inglaterra) y Milton Casco (Newell’s, Argentina).
Quizás es una de las líneas más bajas de Argentina. Falta un caudillo con temperamento que sea capaz de ponerse el equipo al hombro, un tipo que no sólo sea bueno para la pelota, sino que sepa cómo levantar ánimos y cómo ordenar o enfriar el partido en los momentos exactos. Son muy buenos jugadores, pero no hay un líder (a menos que Mascherano pase, como en el Barcelona, a la línea de atrás, pero Martino lo ve más como un 6).
Mediocampistas: Javier Mascherano (Barcelona, España), Lucas Biglia (Lazio, Italia), Éver Banega (Sevilla, España), Roberto Pereyra (Juventus, Italia), Fernando Gago (Boca Juniors, Argentina), Ángel Di María (Manchester United, Inglaterra), Erik Lamela (Tottenham, Inglaterra) y Javier Pastore (PSG, Francia).
Acá empiezan a aparecer los talentosos, pero lamentablemente no aparece el creativo que mueva el equipo. Di Maria, Pastore o Biglia son capaces de generar jugadas de la nada, pero su ambición y vértigo los transforma muy fácil en delanteros e impide que las flechas y lanzas se vayan mandando al área contraria durante los 90 minutos.
Delanteros: Lionel Messi (Barcelona, España), Sergio Agüero (Manchester City, Inglaterra), Carlos Tevez (Juventus, Italia), Ezequiel Lavezzi (PSG, Francia) y Gonzalo Higuaín (Napoli, Italia).
En esta zona la cosa ya es robo. Puros cracks, netamente cracks. Jugadores capaces de ganar un partido, virtuosos con temperamento ganador, unos verdadero cabrones que pueden jugar solos y que sólo necesitan que el resto del equipo cuelgue el cero, y con la vuelta de Tévez se cierra el círculo completo de alternativas al ataque y de distintas formas de atacar. Si están en sintonía son imparables en este camino al título.